Uruguay celebra el Día Nacional del Libro en una fecha que no coincide con el 23 de abril, día internacional definido en muchos países. Muy temprano estableció su propia fecha para conmemorar este acontecimiento –26 de mayo, coincidiendo con la creación de la primera biblioteca pública– lo que denota la gran valoración que poseen los libros y la cultura en nuestro país.
En 1815 el sacerdote Dámaso Antonio Larrañaga, preocupado por la falta de escuelas y maestros, envió una carta al Cabildo en la que planteaba la necesidad de crear una biblioteca donde pudieran concurrir los jóvenes y “todos los que deseen saber”. La respuesta de José Artigas desde el Campamento en Purificación fue inmediata, dando el visto bueno para que se procediera a la creación de la primera biblioteca pública el 26 de mayo de 1816.
A partir de 1940, por resolución del entonces Consejo de Enseñanza Primaria y Normal, el Día del Libro se celebra en nuestro país en el aniversario de su inauguración. Esta conmemoración procura varios objetivos: combatir el analfabetismo, fomentar la cultura, rendir homenaje universal a los libros y autores y alentar a las personas a leer.
Este año la ANEP se sumó a la jornada de “liberación de libros” promovida por el Ministerio de Educación y Cultura (MEC). La consigna es que este 26 de mayo las personas dejen libros que hayan leído en lugares públicos, y se lleven libros de otros lectores.
Cabe mencionar que la ANEP, a través del Plan Educativo Cultural, donó para esta campaña 634 libros, entre los que se cuentan sus propias ediciones y títulos de diferentes temáticas de autores internacionales (en su mayoría) como Leonardo da Vinci, Luigi Pirandello y Giulio Cesare Croce, entre otros.
La propuesta cuenta además con el apoyo de la Cámara del Libro, CUTCSA (que colocará libros en sus unidades), ANETRA (la Asociación Nacional de Empresas de Transporte Carretero por Autobús) y las Direcciones de Cultura de gobiernos departamentales el todo el país.
La consigna es dejar los libros en bancos de plazas, asientos de ómnibus, salas de espera de organizaciones de salud, muritos cercanos a escuelas o liceos, entre otros lugares.
Para seguir esta campaña y llevar un registro en las redes sociales se creó el hashtag #DejaUnLibroLlevateUnLibro en el cual invitamos a publicar el libro encontrado y/o dejado.