La Administración Nacional de Educación Pública rendirá homenaje al filósofo, abogado, docente e intelectual uruguayo, Carlos Vaz Ferreira, en conmemoración de los 150 años de su nacimiento. Durante todo el año y a instancias del Plan Educativo Cultural, se promoverán actividades de reflexión y difusión que rescatarán un legado imprescindible.
Carlos Vaz Ferreira nació en Montevideo el 15 de octubre de 1872 y falleció el 3 de enero de 1958. Sus padres de ascendencia española y portuguesa, determinaron que su educación Primaria se dictara en su hogar con la asistencia de varios maestros.
Luego de realizar sus estudios secundarios, en 1888 ingresó a la Universidad de Montevideo –actual Universidad de la República, donde se recibió de abogado en la Facultad de Derecho en 1903. En 1897, con tan solo 25 años de edad, obtuvo por concurso la dirección de la cátedra de Filosofía en la Universidad, revelándose como un agudo expositor filosófico.
Una de sus hijas Sara, destacó que esta cátedra fue “su modo normal de expresión”, donde “el profesor prevaleció sobre toda otra forma de manifestar su espíritu creador”.
El intelectual español Miguel de Unamuno también resaltó su estilo particular y su calidad expositiva. Sus libros, dijo, parecen más que escritos, hablados; y, “a través del libro, se oye la voz del profesor”.
Vaz Ferreira consagró su vida a la tarea docente a la que se entregó con suma devoción, abarcando todas las ramas de la enseñanza: Primaria, Secundaria y Superior.
Se desempeñó como profesor de Filosofía en la Sección Preparatorios de la Universidad de la Montevideo (1897–1922); fue miembro del Consejo Directivo de Instrucción Primaria (1900–1915); Decano de Preparatorios de la Universidad de Montevideo (1904–1906); Maestro de Conferencias en la Universidad de Montevideo (1913–1957); Profesor de Filosofía del Derecho (1924–1929); Rector de la Universidad de Montevideo (1929-1930, 1935-1938 y 1938-1943); Director y fundador de la Facultad de Humanidades y Ciencias (1946–1949); y Decano de la Facultad de Humanidades y Ciencias (1952-1955 y 1955-1957).
Esta abnegada dedicación a la enseñanza pública, ejercida sin pausas y, simultáneamente, desde la cátedra y la dirección de los organismos docentes, imprimió a su obra la capacidad de influir profundamente en la formación intelectual de la juventud, y en diversos e importantes aspectos concernientes a la evolución del país.
Ejercicios espirituales
En su libro Lecciones sobre pedagogía y cuestiones de enseñanza (1918), que dedica a diseccionar la educación Secundaria, Vaz Ferreira afirma que: “La enseñanza, toda enseñanza, es falsamente precisa, falsamente simplicista: encerrar un conocimiento en un texto, en un programa, es esquematizarlo, peptonizarlo; y, por consiguiente, ya que no se pueden suprimir, lo que es imposible, los efectos de esa falsa precisión y de ese simplicismo, hay que atenuarlos y corregirlos en lo posible. Primero, hay que evitar esa extinción brusca del saber, que ocurre en el que sabe algunas cosas, muchas o pocas, pero que no entrevé nada más allá; hay que mantener la sensación de la existencia de las cosas que no se saben, y de las que no se saben más que a medias. Después, con respecto a lo mismo que se sabe, hay que hacer sentir cuándo y cómo, se sabe mal o se sabe incompletamente.
Claro es que, sometido a esta doble acción, cada espíritu da una resultante diferente. Claro es que cada uno responde a esas dos acciones conjuntas, de una manera distinta; y unos responderán más a una que a otra; y alguno será rebelde a alguna de las dos. Pero lo fundamental es que cada espíritu sufra las dos acciones; y dé lo que pueda".
El gobierno nacional le rindió el homenaje al designarle por Ley para ocupar un alto cargo docente: en 1913 se creó la Cátedra Libre de Conferencias, que dirigiría por tiempo indeterminado y sin limitación alguna de orden estatutario. Posteriormente, en 1946 fue plasmado en una ley el proyecto de Vaz Ferreira de creación de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la que fue su primer decano.
Cuando tomó posesión en la Cátedra de Filosofía en 1897, Uruguay se encontraba imbuido en el positivismo filosófico. Vaz Ferreira introdujo en la enseñanza una postura independiente y abierta, fuertemente criticista y especulativa, condenatoria de los dogmatismos de escuela.
De su amplia producción bibliográfica pueden señalarse: Los problemas de libertad (1907), Moral para intelectuales (1908); Lecciones sobre pedagogía y cuestiones de enseñanza (1918); Sobre la propiedad de la tierra (1918); Sobre los problemas sociales (1922); Sobre el feminismo (1933); Fermentario (1938); y La actual crisis del mundo desde el punto de vista racional (1940), entre otras.
Su hija Sara destacaba su tenacidad a lo largo de 30 años para que la Facultad de Humanidades y Ciencias fuera creada. “Un día su entrañable iniciativa se trasforma en ley. Llamado a presidir los destinos de la nueva institución, el filósofo socrático que hay en él, fue el fervoroso defensor del saber desinteresado. Definió la orientación del nuevo centro de estudios del siguiente modo: ‘Un claustro de ejercicios espirituales donde se estudie por el mismo, por el placer y la superioridad del estudio, de la cultura y del trabajo espiritual desinteresado”.
Plan Educativo Cultural
El Plan Educativo-Cultural de la ANEP está conformado por cuatro programas. Uno de ellos hace hincapié en el fortalecimiento del pensamiento uruguayo, y tiene como objetivo presentar la cultura como un vínculo entre el presente y el pasado para recuperar, rescatar y revalorizar a distintos autores que cimentaron la historia académica y educativa del Uruguay.
Otro de los programas apunta a estimular el pensamiento crítico, por medio del diálogo razonado y el intercambio de ideas entre docentes y estudiantes.
El tercer programa está enfocado en la descentralización, y tiene como finalidad propiciar actividades culturales en distintos puntos del país.
En este sentido, promueve el turismo cultural interno mediante circuitos ideados para estudiantes y docentes, acompañados de actividades en bibliotecas y centros culturales. También hace énfasis en el desarrollo de las industrias culturales locales y su proyección en el extranjero, vinculando el saber científico con el artístico, particularmente a través del cine y de la profundización y el redimensionamiento de la participación de la ANEP en los clubes de ciencia.
Por último, el programa de promoción de la labor intelectual docente tiene como cometido fomentar el intercambio a nivel nacional y generar actividades de difusión en general.
Fuentes: Biografía elaborada por Sara Vaz Ferreira titulada Vida, obra y personalidad de Carlos Vaz Ferreira (1957) y Lecciones sobre pedagogía y cuestiones de enseñanza (1918).